jueves, 15 de noviembre de 2007

Tipos y técnicas de pintura

Hoy les escribiré sobre las principales técnicas utilizadas en la realización de una obra pictórica, para ello les comparto lo siguiente:

Desde la antigüedad, lo más importante de las técnicas de la pintura ha sido el medio, o médium líquido. Con él se mezclaban los pigmentos para fabricar los colores que son recogidos por el pincel lo más dócilmente posible la instrucción del cerebro y la mano del artista.

Dependiendo del material que utilice el artista, necesitará trabajar con técnicas específicas acordes con las capacidades y versatilidad que dichos materiales le ofrezcan. Los tipos de pintura que más frecuentemente encontramos en la historia del arte son los siguientes:

  • Pintura al temple
  • Pintura al óleo
  • La acuarela
  • El pastel
  • Tintas
  • Pintura acrílica
  • Pintura mural
  • Litografía
  • Grabado
  • Pintura al fresco

Estaré compartiendo un poco de historia y de algunas características propias de estos tipos y técnicas:

Pintura al temple:


Los antiguos egipcios desarrollaron una técnica que ahora llamamos "al Temple" que consistía en la preparación de los colores añadiendo al pigmento una mezcla de engrudo o gomas (colas) y huevo.

Si la obra debía ser transportada añadían cera con algo de aceite para permitir una mayor adherencia del color al material que serviría de soporte a la obra. Dicha técnica requiere de una gran destreza para aplicarse debido a que los colores no se fusionan bien si estaban frescos aún, en la tabla, muro, objeto o tela en que eran impregnados.


Al final de la Edad Media (durante siglos XIII y XIV), la principal técnica de la pintura la constituía el fresco, que requería múltiples veladuras de temple al huevo. El temple era preparado con clara, yema de huevo, retoños de higuera y agua, todos ellos fáciles de conseguir. A diferencia de estos materiales, los que servían para fabricar los pigmentos eran, en muchos casos, escasos y caros, ya que provenían de piedras preciosas, plantas o minerales de tierras lejanas.


En este periodo se desarrolla la pintura alusiva a la figura de algún personaje santificado o bíblico, que en lo fundamental era obra relativamente pequeña (de 30 a 50 cm por lado), trabajada sobre una tabla delgada asentada sobre un caballete.


Tales obras podían ser transportadas con cierta facilidad, por lo que se difundió con alguna rapidez entre los señores y las castas nobiliarias el hecho de contar no solo con frescos (murales) en los grandes muros de sus castillos y palacios, sino también con obras enmarcadas y transportables. Si bien en regiones húmedas, el material de la obra sufría graves deterioros en un plazo breve.


Como los colores no se mezclaban entre sí estando aún frescos, se tenían que preparar decenas de éstos para poder dar los tonos, luces y sombras de la obra, o bien se aplicaban sucesivamente tras el secado, decenas de capas de pintura.


Los colores dorados que se observan recurrentemente en temas religiosos o telas y en la joyería de los retratos de la época se lograban aplicando láminas de oro cuidadosamente con un temple de clara de huevo muy fresco. Y lo esparcían con una gema preciosa o un diente grande de animal bien pulido.


La investigación constante de los artistas por encontrar materiales disponibles y que permitiesen además a las obras mantenerse intactas el mayor tiempo posible, así como lograr mayores capacidades de brillantez e intensidad de tonos, permitió, hacia finales del siglo XIII y principios del XIV, descubrir el uso de materiales grasos usados como barnices. Los barnices protegen la obra de las inclemencias del clima al ser aplicados al conjunto de la misma como un recubrimiento final.


Las nuevas mezclas permitían mezclar colores aún húmedos y lograban mayor brillantez al aplicar barnices al finalizar la obra. Esto aumentaba el fervor de los artistas por la investigación permanente de nuevas formas de usar mezclas de aceites vegetales y minerales.

Hoy, este tipo de pinturas se están volviendo a poner de moda pero ya vienen envasadas y lo único que hay que hacer es añadir agua u otro aglutinante, generalmente caseína. Las pinturas al temple son opacas y mates y mantienen el color inalterable durante mucho tiempo.

Hasta pronto!!!!


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